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Lo que tenés que saber si tu batería está hinchada

Una batería hinchada no es algo menor ni casual.

Si notás que la carcasa está abultada, deformada o parece que “creció”, no lo ignores.

Esa es una señal clara de que algo dentro del sistema eléctrico o en la propia batería está fallando.

Dentro de esa batería hay un proceso químico alterado que genera calor, presión interna y evaporación del electrolito y si no se interviene a tiempo, puede terminar dañando la batería y también tu vehículo.

En Brachetta Baterías te contamos por qué ocurre, cómo prevenirlo y qué hacer si te pasa.

Una batería automotriz está diseñada para resistir temperaturas, vibraciones y ciclos de carga intensos.

Cuando algo se sale de control, el equilibrio químico interno se rompe.


El
ácido sulfúrico se calienta más de lo normal, el plomo se deforma y los gases que se generan no pueden liberarse.


El resultado:
la carcasa se infla y la batería pierde su forma original, lo que indica que su estructura interna ya está comprometida.

Las principales causas por las que se hinchan las baterías son:

Sobrecarga:

Es una de las causas más comunes. Cuando el alternador o un cargador externo brinda más voltaje del necesario (por encima de 14,8 Voltios), la batería se recalienta. Esto provoca un exceso de carga que genera burbujeo interno y acumulación de presión, lo que finalmente hace que la carcasa se infle.

Exposición a altas temperaturas:

El calor es el peor enemigo de las baterías. Las altas temperaturas del motor o del ambiente aceleran las reacciones químicas dentro de las celdas, generando gas y evaporación del electrolito. Si el calor se mantiene durante mucho tiempo, las placas pueden deformarse.

Fallas internas o cortocircuitos en las celdas:

Muchas veces sucede que se dañan las placas o los separadores y puede generar un punto caliente dentro de la batería. Sería una zona que concentra temperatura y presión, esto provoca una hinchazón puntual que se asemeja a un golpe externo.

Baterías selladas sin ventilación adecuada:

La mayoría de las baterías tradicionales hoy en día, vienen selladas de fábrica e incluyen lo que se llama trampa de condensación, sirve para liberar la presión interna. Si estas se obstruyen o fallan, el gas acumulado no puede salir y la carcasa se expande, hasta incluso puede explotar.

¿Qué tenés que hacer si tu batería se hinchó?

Si detectás una batería hinchada, no la toques, no la golpees y mucho menos intentes abrirla.
En su interior puede haber ácido sulfúrico líquido o vapores inflamables que representan un riesgo para tu seguridad.

1. Desconéctala con precaución.
Asegurate de apagar el motor. Luego, retirá primero el borne negativo (–) y después el positivo (+).
Hacelo con guantes y herramientas adecuadas.
2. No intentes usarla nuevamente.
Una batería hinchada ya no se puede recuperar.
Su estructura interna está dañada y puede provocar un cortocircuito o incluso una explosión si se intenta recargar.
3. Llevala a un centro de reciclaje o acercala a Brachetta.
En Brachetta Baterías recibimos las baterías dañadas o fuera de uso para su tratamiento y reciclaje seguro.
No la descartes junto con la basura común: contiene materiales altamente contaminantes que deben procesarse correctamente ♻️

¿Cómo puedo prevenirlo?

- Verificá periódicamente el sistema de carga del vehículo, especialmente el alternador y el regulador de voltaje. Un exceso puede acortar la vida útil de la batería.

- Usá siempre baterías adecuadas al modelo del vehículo. Instalar una batería con amperaje o tecnología incorrecta puede generar una sobrecarga.

- Evitá exponer el auto al sol por largos períodos, especialmente en verano o en lugares con temperaturas extremas.

- No uses cargadores genéricos. Utilizá cargadores inteligentes que regulen el flujo de corriente automáticamente.

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